La cristalización se realiza mediante la evaporación y el enfriamiento de un líquido supersaturado para formar cristales. Con esta forma final, estos cristales son fáciles de manejar y almacenar. Las bombas de vacío NASH son ideales para controlar las tasas de evaporación/enfriamiento en todos los rangos de presión para reducir los costo de producción gracias a un menor punto de ebullición del líquido.